A fines del año pasado escribí el texto curatorial para la exposición «Paraíso perdido» que se presentó en el ascensor El peral de Valparaíso. La invitación había sido hecha por mis compañeras de la agrupación M.U.A.C (Mujeres unidas por el arte y la cultura) en Concón. Además de la bienvenida al público, me animé a escribir un par de líneas para una obra de Gigi Faggioni.

En abril de este año, el mismo grupo se reunió para planear las actividades del 8 M, Día Internacional de la Mujer y, considerando la experiencia pasada, decidimos hacer una exposición interdisciplinaria. El resultado fue «Ancestras», una muestra que nos vincula con la línea materna. Las obras de pintura, dibujo, telar, escultura, cianotipia y técnicas mixtas fueron ofrecidas para hacer un match con textos de quienes formamos parte del área literatura.

A partir de dicha exposición que se inauguró en la Carpa Cultural de la comuna y que luego presentamos en el Museo Histórico y Arqueológico de Concón, surgió la idea de hacer un libro de postales. El libro-objeto estará pronto a la venta e incluye fotografías y textos, tal como las incluyó en la exposición.

En ese contexto, volví a la poesía, tema que había relegado por años al escribir sólo narrativa y/o canciones. Ese descubrimiento ha significado una serie de otras inquietudes como la idea de pintar, otra afición abandonada.

A veces, es necesario dejar que la vida te lleve. Los descubrimientos pueden ser sorprendentes.